El 5 de abril de 1939, la 55 División del Ejército de Galicia se desplegaba por Valencia para “normalizar la vida de los pueblos liberados” y gestionar numerosos presos. En Benigànim se instaló una comandancia militar: oficiales y soldados con jurisdicción hasta Pinet. Se imponían las tareas represivas y la reconstrucción de la vida municipal y económica. Los ayuntamientos franquistas los componían exclusivamente los “adictos” al régimen de Franco, con un papel decisivo reservado a los gobernadores civiles.

La renovación de la primera gestora municipal se retrasó y la Falange local realizó una propuesta que aceptó el gobernador Planas de Tovar, militar y anti-falangista. La nueva gestora falangista, presidida por Juan Benavent Ortuño, hubo de afrontar la presión de exmilitantes de la Derecha Regional, liderados por José Calatayud Vayá, próximo al gobernador civil. Por ello, en abril de 1940 se designó una tercera gestora con mayor presencia de la burguesía fabril y fue elegido alcalde Pedro Cuquerella Llopis.

Un segundo gobernador civil, Laporta Girón, impulsó un poder falangista a partir de 1943, introduciendo cambios municipales. Benigànim conoció su cuarta gestora, presidida por José Prades (1945), quien dimitió por no contar con el “apoyo y simpatía” de Laporta y por ganarse “enemigos” en el pueblo, por sus proyectos de mejoras urbanas. Laporta lo reemplazó en la alcaldía por el maestro José Moscardó Pastor.

El franquismo, un régimen político improvisado, se institucionalizó política y jurídicamente mediante la “democracia orgánica” y la representación social “natural”: familia, municipio, sindicato vertical. Los ayuntamientos se elegían por tercios: familiar (“cabeza de familia”, hombres), sindical y de entidades (asociaciones). El primer ayuntamiento “orgánico” seguiría encabezado por José Moscardó. Al mismo tiempo, se convocó un referéndum (1947) por el que España se convertía en reino, ejerciendo la regencia vitalicia Franco. En Benigànim votó el 88,6% del censo, con un 95,8% de síes. Fue un entramado totalmente antidemocrático y fraudulento.