La democracia republicana nació y se construyó sobre la movilización y participación ciudadanas en la política, tanto a nivel formal (partidos, elecciones) como informal: asociaciones y ocupación del espacio público. La vida cotidiana asistió a continuos mítines, inauguraciones de centros y casinos políticos, y a polémicas periodísticas. Unos aspiraban a un régimen laico de libertades y reformas sociales de distinta intensidad; otros, a la defensa del orden capitalista, la propiedad y la religión.

Las elecciones de 1931 diseñaron un marco político con aplastante mayoría del Partido Republicano Radical-Socialista, de centro-izquierda republicana, y consolidaron el socialismo: Sociedad de Obreros Agrícolas, con 100 afiliados, y la Agrupación Socialista. La base social del republicanismo de centro fue derivando, junto al histórico carlismo, en una nueva formación llamada Derecha Regional Valenciana (en Benigànim, Derecha Regional Agraria), que se legalizó en 1932 bajo la dirección de José Vayá Pérez y Gaspar Moscardó Ribes. Consiguió, con la colaboración eclesiástica, movilizar a sectores femeninos. La dinámica socio-política de este bienio fue anticlerical, laboral (huelga obrera y lock-out) y de competencia entre las dos sociedades musicales.

Las elecciones generales de 1933, ya con el voto femenino, fueron muy tensas. De hecho, terminaron con la impugnación de una sección electoral por acción de republicanos blasquistas. La DRV intensificó su propaganda con grandes mítines, como en enero de 1936 en el Teatro-Cine, con 2.000 asistentes, y consiguió ganar las elecciones de febrero con un 50% de los sufragios, frente al 49% del Frente Popular y al 1% del republicanismo blasquista. A partir de este momento, aumentó la conflictividad. Se estaba forjando la Falange Española bajo la jefatura de Vicente Serrano Pastor y se produciría un atentado contra el alcalde republicano-socialista. Un grupo de manifestantes que protestaba por un aumento impositivo asaltó el ayuntamiento para quemar la documentación, produciendo el incendio en el archivo municipal. Por otro lado, se ocupó el convento franciscano, una vez desalojado por la congregación.