02

La España
republicana

SEGUNDAREPÚBLICA

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La España
republicana

SEGUNDAREPÚBLICA

El 14 de abril de 1931 nacía la República, la primera democracia de la historia española. Su Constitución representa el ideario del republicanismo progresista y del socialismo. Propugnaba un estado laico y social, y asumía el reconocimiento de las nacionalidades y la ciudadanía de las mujeres. Entre 1931 y 1933, la mayoría progresista pretendió afrontar el atraso y la desigualdad social: reforma agraria, modernización del Ejército, separación Iglesia-Estado, leyes laborales, educación pública laica (se construyeron miles de escuelas), la autonomía catalana… La intensidad reformista fue contestada por la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) de Gil Robles, un partido social-católico de masas, interclasista y conservador, apoyado por la Iglesia. La democracia movilizó políticamente a la sociedad, preferentemente a las mujeres, a los jóvenes y al mundo rural, como indica la explosión del asociacionismo y de la prensa. Se renovaron los cauces culturales (Generación del 27).

El triunfo electoral del centro-derecha republicano y de la CEDA, en noviembre de 1933, paralizó las reformas coincidiendo con el impacto de acontecimientos internacionales como la crisis económica, el auge del nazismo y la dictadura corporativa-católica en Austria, que aniquiló allí el socialismo. El pánico ante una emulación de Austria por los ministros de la CEDA desencadenó, en octubre de 1934, la revolución obrera en Asturias y la proclamación en Barcelona del Estat Català. Ambas insurrecciones fueron aplastadas por el Ejército con una brutal represión. Se formó luego una coalición, el Frente Popular (republicanos de centro-izquierda, socialistas y comunistas), dispuesta a retomar las reformas del primer bienio, la cual se impuso en los comicios de febrero de 1936. El fracaso de la vía legalista de la derecha condujo entonces a su fascistización (crecimiento de Falange Española) e impulsó la preparación de un golpe de estado. Entre febrero y julio de 1936 la conflictividad fue similar al resto del período republicano: anticlerical, política y laboral. Nunca fue revolucionaria, como pretenden los autores neofranquistas para justificar el golpe de estado.