A lo largo de 1937, con sus primeras grandes batallas, la retaguardia se convirtió en un espacio esencial. Urgía abastecer de materias primas a las tropas, que no paraban de crecer con los nuevos reemplazos; asegurar la solidaridad con los que padecían más los efectos de la contienda, los refugiados, y mantener la moral de guerra.

Lógicamente, los problemas se fueron sucediendo. Desapareció la moneda fraccionaria y el Consejo Municipal emitió billetes por valor de 10.500 pesetas (1 peseta, 50 y 25 céntimos). A principios de noviembre de 1936 llegaron a la villa refugiados de Aranjuez. A pesar del esfuerzo solidario, el alojamiento de estos incrementó los problemas de abastecimiento alimenticio desde finales de 1937, lo que era fuente de conflictos políticos en el seno del Consejo Municipal: acusaciones de corrupción y dimisiones. Las noticias de jóvenes heridos y muertos eran cada vez más frecuentes. Incluso se acudía al espiritismo para intentar conocer el paradero de los soldados.

El de 1938 fue el año más crítico. De hecho, murieron 50 hombres y 31 mujeres. La retaguardia republicana se militarizó. La producción se destinaba a un ejército que no paraba de crecer y la presión de los refugiados sobrecargaba los abastecimientos. La alpargatería, que se había beneficiado de la demanda militar, se vio obligada a parar reiteradamente por la escasez de lona. El segundo Consejo Municipal (julio de 1938), presidido por Miguel Carbonell Guarner (UGT), gestionó la complicada situación. Las cruentas batallas de Levante y del Ebro aumentaron los muertos en el frente de guerra, así como las deserciones y los prisioneros. La quinta columna, que en un principio se había camuflado en los sindicatos afloraba ahora: el factor de la estación obstaculizaba los convoyes de soldados y el SIM detuvo a 22 vecinos. En la sierra se escondieron algunos desertores y pacifistas.

Con todo, no cesó la pasión por la cultura. Se habilitó el fluido eléctrico en el centro escolar para impartir clases nocturnas a adultos. Entre 1930 y 1940 el analfabetismo masculino descendió del 52% al 32%; el femenino, del 60% al 38%.

El 29 de marzo de 1939 una Junta Provisional de Falange tomó el poder en Benigànim “por defunción de la República frentepopulista judaico-marxista”. Ahora bien, la paz, que tantos esperaban, tardaría aún en llegar.